viernes, 1 de octubre de 2010


Aquí va la crónica de nuestra última salida de MTB al Gorbea.

Domingo 26 de Septiembre de 2010, las hordas de Basahuntzak MTB Etxebarri nos hemos propuesto un nuevo y atrevido reto, conquistar ni más ni menos que el mítico Gorbea, es un reto difícil para algunos que no estamos muy en forma últimamente, alguno no ha vuelto ha coger la bici desde la última salida y de eso hace ya mucho tiempo. Pero la suerte ya está echada y ya sólo cabe gloria o miseria.
Para dificultar más la tarea el viernes y el sábado ha llovido bastante y el domingo tenemos la incertidumbre de si aguantará o no.

Con estos pensamientos cargamos las burras en los coches y enfilamos la autopista hacia Altube, no sin algún que otro rodeo llegamos a nuestro punto de partida Zarate.
Descargamos las bicis , preparamos las mochilas el agua y a coger la pista hacia el Gorbea. Esta muy nuboso y aunque a veces parece que va a despejar no lo hará, al menos no llueve. Hace fresco pero no mucho frío al menos de momento. Las primeras rampas están embarradas y tienen bastante pendiente, con lo cual nuestra marcha es penosa y nos vamos mentalizando para sufrir. Afortunadamente más adelante ya no hay tanto barro, nos vamos encontrando con grupos de montañeros a pie, pero sólo encontramos a otro biker que además decide desviarse antes de atacar la parte más complicada.
De mientras el grupo se ha roto por delante los Iñigos con "Contador" Sesar sacando fotos , en tierra de nadie Miguel que va de menos a más y por detrás Alberto y Asier que van a su ritmo inasequibles al desaliento. Hay tramos con el camino muy roto con piedras y fuerte pendiente que nos hace desmontar de vez en cuando hasta que la cosa de pone más propicia. Pasamos por algún tramo arbolado muy chulo y con buen piso y podemos divisar a lo lejos el embalse y Vitoria, bonitas vistas que se merecen una foto.














Pero según nos vamos acercando a la cumbre y ganando altura la cosa se va poniendo fea, con un viento helado y una niebla muy densa que apenas deja ver unos metros. El camino desparece y pasa a ser una campa llena de piedras donde apenas se ve , el viento dificulta mucho la marcha y nos congela las manos y las orejas.
Pero hemos venido aquí a hacer cumbre así que seguimos para arriba en medio de la niebla , Iñigo sesar se ha adelantado unos metros con lo cual no podemos verle , nos gritamos para saber si aún estamos cerca, el sentido común dice que hay que dar la vuelta y salir de allí, pero ya tiene que quedar muy poco así que seguimos contra viento y frío y de repente !Zas! la cruz del Gorbea emerge entre la niebla !















Hemos llegado, pero estamos muy fríos, las manos congeladas, nos parapetamos detrás de una piedra y comemos algo para reponer fuerzas, Alberto y Asier aún no han llegado pero con la niebla no sabemos cuánto les queda.
Tenemos que bajar ya o sufriremos congelaciones , ahora entiendo a Juanito y compañía hay que bajar rápido y sálvese quien pueda. Con las manos heladas apenas podemos frenar. Bajando nos encontramos con Alberto y Asier que están también decididos a llegar hasta la cima y continúan su ascensión. De repente se oyen unos gritos de mujer entre la niebla !Lagundu! !Ayuda!, respondemos y al de poco aparece una chica que nos cuenta que lleva perdida una hora dando vueltas entre la niebla y respira aliviada por encontrar al fin gente, afortunadamente llega un grupo de montañeros a pie que la ofrecen volver a subir con ellos a ver si encuentran a sus amigos, así que nosotros podemos continuar nuestro descenso salvador y por fin nos libramos de la niebla y el viento y nuestros cuerpos recobran la templanza. Así, ya reconfortados y contentos, afrontamos una larga y entretenida bajada que nos lleva de nuevo hasta el coche.
Al de poco llegan también Asier y Alberto con una sonrisa en la cara, esta vez ha sido gloria. Objetivo cumplido, antes de irnos como buenos samaritanos ayudamos a un matrimonio a sacar su furgoneta atascada en el barro y después de buscar una gasolinera para Asier que va en reserva nos volvemos rápidamente para tomar un talo en la feria de Etxebarri.


1 comentario:

Unknown dijo...

La última cuesta, con la niebla y el viento, se hizo dura, pero mereció la pena. Por lo menos no llovió.