miércoles, 30 de noviembre de 2011

Monte Alen, crónica


Amanece el domingo fresquito 6ºC y con algo de niebla, preparamos todo y nos presentamos en la rotonda del Etxe-Zuri 5 valientes: Miguel,Jesus,Jose y los Iñigos.
Nos repartimos los 5 y las 5 bicis entre los coches de Jesus y Miguel y tomamos la autopista dirección Castro.
A la altura del Serantes debemos hacer una parada de urgencia en una área de servicio porque uno de nosotros necesita soltar lastre urgentemente, solventada la incidencia continuamos ya sin dilación hasta la primera entrada de Castro, en donde tomamos dirección Samano para dejar los coches aparcados.
Nos ataviamos adecuadamente y tomamos primero un poco de carretera para coger luego una buena pista ancha y sin complicaciones que en un falso llano nos lleva por antiguos caminos mineros, con sus túneles al lado de campas y bosques de eucaliptos.
Aquí no hay nada de niebla ya y el día esta estupendo para pedalear, soleado y fresquito, la ruta es entretenida y poco transitada.
Cuando nos estamos acercando a la montaña transcurrimos al lado de un arroyo y bosques de caducifolias con las bonitas tonalidades que les otorga el otoño.
Y así aparecen ya las primeras cuestas de la ruta, tendidas pero continuas, que hacen que los más en forma, Jesus e Iñi, se nos escapen primero, despues es Jose el que se nos va y así nos quedamos Miguel y yo subiendo a nuestro ritmo y de charleta.
La pista no tiene perdida y llegamos al collado donde nos espera el resto , allí un amable paseante nos saca una foto y continuamos por un camino hacia el monte Alen, aunque ya no hay apenas que subir nada, nos espera la trampa de la ruta, dos túneles casi seguidos con poca luz y unos buenos charcos en medio, que hacen que bien a la ida o la vuelta nos mojemos todos los pies, salvo Iñi creo.

Foto tomada de Panoramio y perteneciente a Arturo C-53

Continuamos hasta Artzentales y el mirador que han hecho, donde nos paramos a contemplar las vistas y aprovechamos para alucinar con la ligereza de la merida de carbono de Jesus y su doble plato.

Nos sacamos unas fotos y emprendemos una laaaarga bajada, donde Jose hace una demostración de la técnica del derrapaje para coger las curvas y despues continuamos a toda máquina por el falso llano, donde Iñi impone un fuerte ritmo, para que no nos relajemos y así casi sin darnos cuenta estamos de nuevo en Samano.

Calcetines y calzado de repuesto para entrar en calor los pies mojados y de vuelta para casa contentos y a buena hora.

Más fotos en :
https://picasaweb.google.com/109012404534713836693/Alen#

Nos vemos en la próxima

martes, 1 de noviembre de 2011

Valle de Oma/ Omako harana


A las primeras horas de la mañana el tiempo ha estado inestable, nublado en algunas zonas y algunos claros en otras, pero a las 9:00 en Etxebarri ya se veía el sol y nos hemos juntado cuatro: Miguel, Jose, Jesus y yo. Hemos llegado a Mendata por Zugastieta y después de la foto de salida hemos empezado bajando por carretera y senda.



Al principio parecía que íbamos a tener mucha niebla, pero enseguida ha despejado y no ha llovido nada. Como el suelo estaba muy húmedo, he bajado con cuidado (los demás han ido más rápido) y luego hemos ido atravesando los campos y caseríos de Arratzu/Arrazua.

La señalización era bastante buena, pero con el GPS no hemos tenido ninguna duda. Después, hemos empezado a subir por la carretera que va a Kortezubi y Santimamiñe. Jesus ha ido marcando ritmo, demostrando su buena forma, luego iba yo, un poco después Jose y por último Miguel, que ha ido a su ritmo pero ha aguantado bien todo el recorrido. Nos hemos reagrupado al llegar a Basondo y después de cruzar el valle de Oma. Nos ha impresionado que había muy poca gente, porque esa zona en verano y festivos suele estar llena de turistas y montañeros.


Al coger el desvío hacia la cima del Arrola la cuesta ha ido aumentando y nos hemos separado un poco. Jesus parecía Cadel Evans y ha llegado el primero y con dos platos. Mientras subíamos poco a poco hemos podido disfrutar de las alucinantes vistas al valle de Oma, el perfil del Oiz y del Sollube, y gran parte de Urdaibai.


Tras un descanso en la cima, hemos comenzado la larga bajada de 10Kms sin cruzarnos con casi nadie. Después de volver a atravesar la zona de caseríos nos hemos metido en el bosque cerrado. Hemos pasado por un bonito puente romano y justo después hemos empezado otra subida dura. La senda estaba bastante resbaladiza y Jesus se ha caído cuando se le han bloqueado los piñones por causa de unas ramitas. Por desgracia, se ha caído sobre unas zarzas y ha salido con bastantes arañazos por las piernas. Yo tenía un pequeño botiquín, pero sólo ha querido lavarse un poco las heridas.


Ya bastante cansados hemos seguido con la última cuesta para volver al punto de partida y nos hemos refrescado en la fuente de Mendata. Finalmente, hemos valorado positivamente la salida y nos hemos despedido hasta la próxima.