martes, 1 de noviembre de 2011

Valle de Oma/ Omako harana


A las primeras horas de la mañana el tiempo ha estado inestable, nublado en algunas zonas y algunos claros en otras, pero a las 9:00 en Etxebarri ya se veía el sol y nos hemos juntado cuatro: Miguel, Jose, Jesus y yo. Hemos llegado a Mendata por Zugastieta y después de la foto de salida hemos empezado bajando por carretera y senda.



Al principio parecía que íbamos a tener mucha niebla, pero enseguida ha despejado y no ha llovido nada. Como el suelo estaba muy húmedo, he bajado con cuidado (los demás han ido más rápido) y luego hemos ido atravesando los campos y caseríos de Arratzu/Arrazua.

La señalización era bastante buena, pero con el GPS no hemos tenido ninguna duda. Después, hemos empezado a subir por la carretera que va a Kortezubi y Santimamiñe. Jesus ha ido marcando ritmo, demostrando su buena forma, luego iba yo, un poco después Jose y por último Miguel, que ha ido a su ritmo pero ha aguantado bien todo el recorrido. Nos hemos reagrupado al llegar a Basondo y después de cruzar el valle de Oma. Nos ha impresionado que había muy poca gente, porque esa zona en verano y festivos suele estar llena de turistas y montañeros.


Al coger el desvío hacia la cima del Arrola la cuesta ha ido aumentando y nos hemos separado un poco. Jesus parecía Cadel Evans y ha llegado el primero y con dos platos. Mientras subíamos poco a poco hemos podido disfrutar de las alucinantes vistas al valle de Oma, el perfil del Oiz y del Sollube, y gran parte de Urdaibai.


Tras un descanso en la cima, hemos comenzado la larga bajada de 10Kms sin cruzarnos con casi nadie. Después de volver a atravesar la zona de caseríos nos hemos metido en el bosque cerrado. Hemos pasado por un bonito puente romano y justo después hemos empezado otra subida dura. La senda estaba bastante resbaladiza y Jesus se ha caído cuando se le han bloqueado los piñones por causa de unas ramitas. Por desgracia, se ha caído sobre unas zarzas y ha salido con bastantes arañazos por las piernas. Yo tenía un pequeño botiquín, pero sólo ha querido lavarse un poco las heridas.


Ya bastante cansados hemos seguido con la última cuesta para volver al punto de partida y nos hemos refrescado en la fuente de Mendata. Finalmente, hemos valorado positivamente la salida y nos hemos despedido hasta la próxima.


1 comentario:

Iñigo dijo...

Esos cracks!! Buena crónica , a ver si colgáis por ahí todas las fotos