miércoles, 2 de julio de 2014

Cañones del Ebro II

El año pasado no pude acudir a esta ruta y por eso este año, a pesar de tener todavía alguna molestia de la última caída, decidí que había que acudir. Había preguntado si había muchas piedras o baches y me comentaron que no, sabía que mentían como bellacos pero me servía para convencerme. Habíamos quedado a las 7:45 en la plaza del Ayuntamiento , nos había costado un poco organizarnos para tratar de llevar los menos coches posibles pero al final se animó Rober con un amigo y con su furgo que puede llevar 3 bicis quedaba todo arreglado. En la plaza nos juntamos Dioni Fdez., Jose Perez, Juan Cruz, Esti, Joserra, Xabi e Iñigo Fdez, Rober , su colega Jon e Iñigo Betanzos , en Pesquera de Ebro nos juntaremos con Juan Ignacio y Roberto otro amigo de Rober. Carretera y manta hasta Pesquera donde aparcamos en el parking del Mesón El Cañón que es donde comeremos al finalizar la ruta. Nos preparamos y emprendemos la ruta con pinta de que el tiempo se va a portar y no va a haber ni lluvia ni calor, así da gusto.
Salimos de Pesquera y emprendemos la subida tendida hasta la parte alta del cañón , en fila por el singletrack a ratos lleno de piedras pero entretenido y al de poco el primer contratiempo del día; a Rober se le sale la cadena y se queda encajada entre el piñon grande y los radios, Dioni consigue sacarla con una llave pero se vuelve a salir, el cambio esta mal regulado por arriba y despues de cacharrear y equivocar el tornillo H y el L gracias al manitas de Joserra conseguimos que por lo menos no pueda salirse la cadena por arriba y baje piñones medianamente. Nos ha llevado un buen rato, reemprendemos la marcha y llegamos a Turzo pequeño pueblito ya casi arriba donde nos reagrupamos y un lindo gatito de ciudad llamado Juanito engatusa a Esti para que le haga unas carantoñas y cuando ésta se confía le engancha del guante con las zarpas y se lía a patadas juguetonas. Una vez reagrupados afrontamos las últimas rampas duras y ya arriba el segundo contratiempo del día , otra vez la bici de Rober, esta vez es un pedal que se atasca y no quiere girar, Dioni quita la tapa de los rodamientos y con un poco de aceite de Jose consigue que al menos vuelva a girar, así que emprendemos el descenso. Al principio un poco peligroso con bastantes rocas y cachos de tejas en el camino, para luego ya volverse más llevadero. Y así en suave descenso, bordeando el cañon, llegamos a una curva con unas espectaculares vistas del fondo del cañon y Orbaneja del Castillo colgada literalmente en la abrupta ladera.
Bajamos hasta Orbaneja para atravesar sus pintorescas calles y deleitarnos con su belleza, con el arroyo que la atraviesa hasta convertirse en espectacular cascada al final del pueblo. Bajamos un cacho de la carretera hasta la cascada porque es digna de contemplarse desde abajo y hacerle unas cuantas fotos, las pozas de aguas azules y limpias te llaman para darte un chapuzón, pero tienen que estar frías y además no traje traje. Por otra parte el tiempo se nos está echando encima y hay que retomar la ruta. Volvemos a subir un cacho de carretera para pasar un puente sobre el río y coger un espectacular sendero paralelo al río , estrecho y con mucha vegetación a los lados y alguna que otra piedra traicionera. Hay que ir de uno en uno y buscar alguna parte más ancha para hacer otra reagrupación. Juan Cruz que luce orgulloso un bonito maillot donde pone “Quebrantahuesos” tiene una caída, afortunadamente sin consecuencias, así que aprovecho para recordarle que no se tome al pie de la letra lo que pone en su maillot. El sendero se acaba y se convierte en una pista más ancha, en ella nos encontramos con Manolo un paisano de Etxebarri y sus dos amigos el gran Patxi Mallo autor del Blog Bizicliteando aunque desgraciadamente ya no lo actualiza y un mendikleta del cual no recuerdo el nombre. Con estos tres compañeros ya habíamos quedado para comer luego en el restaurante, aunque no creíamos que nos íbamos a encontrar puesto que ellos hacen una ruta más larga, pero dada la coincidencia vamos ya todos juntos el resto de la ruta. Pasamos por Escalada donde aprovechamos para coger agua bastante mala con sabor a hierro y tras deternos a reparar algún pinchazo llegamos hasta la central hidroeléctrica del Porvenir, donde paradojicámente, aún no sabíamos que lo peor estaba por venir. Allí un nuevo pinchazo, esta vez una raja en cubierta tubeless que reparamos con pegamento a ver si aguanta hasta el final sin tener que poner cámara.
Pasamos un estrecho puente con las bicis alzadas porque sino el manillar golpea en las barandillas y cogemos un sendero divertido aunque algo peligroso porque es muy estrecho y con algunas piedras traicioneras y a ratos precipicio a la derecha por lo que hay que extremar la precaución. Por si fuera poco hay brezos, ramas , y algún jaro que van sometiendo nuestras piernas y brazos a un relajante masaje exfoliante, que se lleva todas las células muertas y una gran parte de las vivas, cuyos resultados serán visibles al final de la ruta. Al final de este técnico sendero llegamos a Valdelateja otro precioso pueblo en el cual nos bajamos hasta el puente sobre el río Rudrón y reponemos agua , esta sí fresquita y rica. Volvemos a subir a las calles del pueblo y nos encaminamos hacia la gran emboscada del día. Juan Ignacio nos había advertido de que había que empujar la bici un rato por una subida dura, pero uno no se hace la idea de cómo es hasta que estás cagándote en todo subiendo la bici a pulso por escalones de roca con cuidado de no partirte la crisma al resbalar las calas sobre la roca. Por si no fuera poco calvario, cuando estamos en nuestro particular vía crucis, alguien se da cuenta de que falta José, por lo visto ni siquiera ha llegado a Valdelateja. Así que intentamos averiguar donde está y reina un poco el caos porque estamos todos desperdigados por la subida y la cobertura no es buena. Al final conseguimos hablar con él por el móvil. Parece que reticente aún por su última caída, se ha tomado el sendero técnico anterior en plan "Paseando a Miss Daisy" y se ha abierto un hueco tan grande que después de andar por Valdelateja viendo el río, sacando fotos y demás nadie imaginaba que aún quedara alguien por llegar. Mientras subimos nos encontramos con tres “iscoscientes” una chica y dos chicos uno con la camiseta del Athletic (de Bilbao tenía que ser) que bajan montados gran parte del escarpado camino. Por fin llegamos arriba y nos recuperamos con las estupendas vistas del Cañon desde arriba y de la meseta de Castrosiero en cuyo alto se ve la ermita de Santa Centola y Santa Elena.
Allí esperamos a que vaya subiendo toda la gente hasta que aparece José, ya reagrupados seguimos en un ligero descenso por un camino lleno de rocas que poco a poco se va convirtiendo en pista. En un cruce de la pista con otro camino que baja tenemos el susto del día, Esti que es especialista en dejarse caer sobre zonas acolchadas esta vez no ha tenido mucha suerte porque el acolchado es una gran zarza en la cual desaparece y de la que sólo sobresale el pie que le queda enganchado a la bici. Con la ayuda de Manolo , Iñigo y los demás la sacamos de la zarza para comprobar que no tiene afortunadamente un gran golpe, pero sí grandes arañazos en las piernas.
Como está hecha una jabata se lo toma con humor y recuperados del susto continuamos el descenso por el sendero hasta Cortiguera , el sendero luego se convierte en pista polvorienta con alguna pequeña subidita y después en pista de hormigón para terminar en la carretera de entrada a Pesquera.
Allí tras un rápido aseo de emergencia nos cambiamos y tomamos una caña mientras nos preparan la mesa y finalizamos la ruta con un digno menú del día en una muy grata compañía , nosotros mismos con nuestros mecanismos. Resumiendo es una ruta muy recomendable que hay que repetir todos los años y que podemos ir mejorando quitando la parte de empuja bici por alguna otra alternativa. Cuando me pasen los enlaces a las fotos los publicaré aquí, así que estar atentos, algún comentario también podéis poner por cierto, venga que es pa pasarlo bieeeeeen !!!